Todos
tenemos manías…y yo tengo la manía
de quererte. Se convirtió en manía desde el momento que por casualidades del destino
apareciste y mis ojos te vieron por primera vez, tengo un maravilloso sentido
para fijarme en las cosas, en las
personas que no me convienen, y esto no lo digo yo, lo dicen cada uno
de los fracasos que llevo detrás. Pero aún con ellos a la espalda, no puedo evitar
sentir lo que siento por ti. Ya lo he dicho, te has convertido en manía, y da
igual el tiempo que pase, hasta que no aparezca otro vicio para poder olvidarme
del que tú me provocas no va a dejar de estar ahí. He perdido las uñas de los
nervios, mis neuronas se han descolocado de su sitio y ya ni pensar sé. Aún así aquí me tienes, para cuando quieras que esta manía se
comparta.
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